jueves, 12 de diciembre de 2013

Jep Gambardella, el rey de los mundanos

En 2009 se estrenó una película que era, ante todo, un homenaje a uno de los maestros del cine italiano: Se trataba de "Yo soy el amor" y el director homenajeado era Luchino Visconti. Si alguno de mis lectores no la ha visto (cosa que dudo, porque tienen un gusto fuera de lo común), que no espere un segundo más. Se está perdiendo un auténtico deleite para los sentidos.
Desde entonces, no habíamos asistido a un ejercicio similar tan admirable como es "La gran belleza", de Paolo Sorrentino, tributo al Fellini más excesivo y esteticista, el de "La dolce vita" o "Roma". Su director y su protagonista, el multipremiado Toni Servillo, son viejos compañeros: ésta es su cuarta colaboración. En ella, el protagonista de "No mires atrás" ("La ragazza del lago") interpreta a Jep Gambardella, escritor de una sola novela en su juventud cuando llegó de su pueblo a la Ciudad Eterna, que en su edad madura pasea su figura por las terrazas de moda y los ambientes más destacados de la alta suciedad. Vive cuando duerme la gente corriente, practicando el dolce far niente y preguntándose qué hace alguien como él en lugares como esos, pues entiende que la vida no puede ser algo tan limitado. No es de extrañar la referencia al mundo proustiano expresada en dos ocasiones a lo largo del film. Y es que podría decirse que Jeb ha heredado del narrador de "En busca del tiempo perdido" el trono como rey de los mundanos: de reunión en reunión, como el otro de salón en salón. Ambos reflexionando sobre la vida, la muerte y aquello con lo que tratamos de adornarlas. Ambos perdiendo el tiempo.
Sorrentino es un director que no tiene miedo a que se note la presencia de la cámara, que pasea de manera sutil, casi etérea, acariciando las imágenes con auténtica sensualidad. Palacios, jardines, fiestas frikis, decadentes,... todo está rodado primorosamente y denotando una labor de preproducción que ha de haber supuesto un increíble quebradero de cabeza.
La banda sonora es otra de las grandes bazas de esta película: Entre lo hortera y lo sublime, como la propia Roma.
El guión está lleno de aciertos, de frases inteligentes, de parlamentos que calan en lo más hondo. Y muestra algo que ya hace siglos nos dijo Segismundo: que la vida es un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción.
Si después de lo dicho queda alguna duda, aclaro que estamos ante una de las mejores películas del año, de la década. Probablemente, me quede corto.

P.S.: Al concluir la redacción de esta reseña, leí la publicada en el siguiente enlace: http://johannes-esculpiendoeltiempo.blogspot.com.es/2013/10/la-gran-belleza-la-grande-bellezza-2013.html
Os animo a visitar esa página, porque el contenido de la entrada se parece mucho al de la mía (lo cual no es de extrañar, pues hablamos de lo mismo), pero está expresado de manera más cuidada.

4 comentarios:

  1. ¡¡¡Uf!!! ¡¡¡Magnífica!!!

    Este fin de semana la he puesto unas tres veces, lo cual significa (debido a su duración) que no he hecho otra cosa durante dos días, simplemente deleitarme con esta gran belleza cinematográfica. Si, es grande en todos los aspectos técnicos y artísticos. Alguien me dijo que era la peor película que había visto en los últimos años, que era una copia moderna de ocho y medio y además, muy pretenciosa, banal y aburrida. Entonces, cuando acabó su discurso,le dije: "Amigo, vete a la mierda", di media vuelta y me largué a paso ligero.

    Paulette :)

    ResponderEliminar
  2. Querida Paulette:
    No me gusta usarlos, pero tu comentario se merece varios "jejeje".
    Lo primero que vi fue el título de tu entrada, "Belleza imperfecta", y temí que no te hubiera gustado. Pero veo que coincidimos. Es casi hipnótica. Lo bueno de la inmensa metida de pata de la Academia de los Oscar al no nominar "El pasado" (supongo que a tu conocido tampoco le gustaría ésa), es que puedo dirigir todos mis deseos de éxito para "La gran belleza" sin sentirme culpable.
    Respecto a esta película, Carlos Boyero se delató: En su crítica recuerda que, cuando escribió sobre ella cuando concursó en Cannes, le había ocurrido lo que a tu amigo. Para hacer la referente a su estreno en España, sea por lo que sea, volvió a verla y le pareció maravillosa. O sea, que, quizás como nos ocurre a todos, pero sin tener la influencia y la responsabilidad suya, depende de cómo le pille el día puede poner a parir una obra maestra.
    Ah, para que veas que me fío de tu gusto, hoy compré "La mujer de papel" para regalármelo en Reyes. Este año tocan 10 libros. La mañana del 6 de enero voy a volar en una nube con Doris Lessing, Vila-Matas, Robert Musil, etc. Son libros que no compré en su día, porque uno no es millonario, pero me hacen mucha ilusión.
    Un beso, Paulette. Mantén tu buen gusto. Al menos para servirme de guía cultural, ya que el Boyero falla.

    ResponderEliminar
  3. ¡Claro que me gustó!. La belleza es imperfecta porque es falsa: bella por fuera pero no por dentro, como los personajes y sus vidas. Eso si, Roma es bellíiiiiiiiissima :)

    Estoy segura de que Boyero no ve el 90% de las películas sobre las que escribe. Seguro que va de festival en festival (o mejor, de fiesta en fiesta) pero películas ve muy pocas. O, en el caso de que las vea, seguramente será en el sofá de su casa y es ahí cuando se da cuenta de que aquella película que puso a parir es mejor de lo que había escuchado. No me fío de los críticos.

    Yo también tengo una larga lista de libros que salieron en su momento pero que no pude comprar. Uno no puede estar al día con todo lo que se publica ( que se publica mucha porquería pero a veces llega alguna joyita), básicamente porque yo tampoco soy rica aunque muchas personas crean que yo he heredado todos los bienes de mi marido.

    Besos
    Paulette

    ResponderEliminar
  4. Es que entrar en una librería, aunque sean templos del saber, es también trabajo de minero: Hay que bajar a las profundidades para entresacar diamantes de debajo de los best-sellers y los libros de auto ayuda (entre los primeros, los hay buenos; pero nunca he visto ninguno de la segunda categoría que merezca llamarse "libro").
    Mira que somos críticos los dos. Somos un par de totalitarios culturales, como el personaje de Josh Radnor en "Amor y letras" (claro que, al menos yo, lo llevo a gala. Eso sí, sin tratar de imponer mis gustos a los demás como hacía él).
    Ah, ¿quién te ha dicho que no eres rica? Siendo la viuda de Perec, has de ser rica en anécdotas. Eso vale por todo el dinero del mundo.
    Un beso, Adorable.

    ResponderEliminar